Peregrinos

Obras son amores: Acoger al peregrino

Acoger es un verbo con doble dirección, supone recibir y dejarse invitar.

María supo practicarlo en plenitud. Dios andaba como un peregrino buscando acogida, María abrió su ser y engendró a Jesús.

Jesús promulgó la acogida amorosa al que a la puerta está. Él también suplica nuestra acogida, no porque necesite de nosotros sino porque nos quiere: «Mira que estoy a la puerta y llamo, si me abres, entraré y comeré contigo»,  así de simple acoger para compartir. Eso es la santidad de Dios.

Isa

Olafur Arnalds. Poland 

 

Rogar a Dios

Obras son amores: Rogar a Dios

Poner en manos de Dios la vida es un acto amoroso de fe y esperanza en Él. Rogar a Dios por los vivos y difuntos es querer dejar a Dios el espacio para que actúe allí donde solo puede llegar Él. Esta obra de misericordia enlaza el amor de Dios con la vida en la tierra y en el cielo.

Isa


Lucas D`Alberto.Grace.


La Palabra de Dios nos habla: 


 

Consolar


Obras son amores

Consolar es aliviar la pena al afligido con la presencia, con la caricia o las buenas palabras. Pero este gesto de amor no evita el daño.

Hay situaciones dolorosas que no tienen vuelta atrás solo el paso del tiempo y  la compañía amorosa del otro ayudan a sobrellevarlos.

El consuelo disminuye el dolor porque la pena se comparte.


Epilogue. Kristoffer & Daniel Wurtzel