Cosecha

Al ir, van llorando,
llevando la semilla;
al volver vuelven cantando,
trayendo sus gavillas.
Salmo 126, 6

En la Biblia encontramos la palabra COSECHA en muchas ocasiones.  La acción de cosechar tiene mucho paralelismo con las cosas de la vida.

Una buena cosecha necesita de muchas labores previas: seleccionar las simientes, preparar el terreno, orearlo y  abonarlo. Luego ya puede sembrarse.  Después hay que regar en su justa medida y desinsectar. Y a pesar de todas estas labores  la cosecha puede malograrse por otras circunstancias fuera del alcance de nuestras manos como son las inundaciones, el granizo, alguna helada o la sequía extrema.

Cuando sembramos, ponemos el corazón en ello, ya visualizamos una gran cosecha, pero nunca tenemos la seguridad del éxito.

Pero siempre hay una mente superior a la nuestra que saca cosecha de donde no la hay.  Por tanto debemos aprender a vivir a la intemperie suya, a la intemperie de Dios.

Isa

Alberto Iglesias: Me voy a morir de tanto amor (2:40)

3 comentarios en «Cosecha»

  1. Como bien dices para tener una buena cosecha hay que abonar, sembra,… Al igual que nuestras vidas: hay que rezar, fomarse, leer,… para poder dar todo lo que Dios nos ha dado y que debemos dar a los demas.

  2. Así es, qué razón tienes. Pero cuánto nos cuesta a todos mantener la constancia.
    Te agradezco tu comentario.
    Un saludo,
    Isa

  3. Es sierto,y aveces nos preguntamos….que hice yo mal,si puse todo mi amor.
    Solo nuestro creador lo sabe.
    Que escrito tan sabio.
    Un abrazo.

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