Pobres

Unas flores secas

En los evangelios de Mateo y  Lucas encontramos la  primera bienaventuranza con diferentes redacciones: Bienaventurados los pobres y bienaventurados los sencillos de corazón. Las dos expresan la misma idea.

La  persona pobre o sencilla de corazón es aquella que es consciente de sus limitaciones y por tanto, de su necesidad de Dios. Por el contrario, el rico es aquel que no necesita de nadie, ni de nada, porque siente que lo tiene todo.

La pobreza o la sencillez es una actitud de vida que hace tener  una conciencia vital de ser llenado por el otro. Por tanto, una persona es pobre de espíritu o sencillo de corazón cuando admite sus carencias, sus valores y su ser,  en esto consiste la humildad del sencillo de corazón.

La bienaventuranza termina diciendo:»porque de ellos es el reino de los cielos.» La riqueza del pobre o sencillo de corazón es  su pobreza,  y eso es lo que le hace tener ya en sus manos el reino de Dios.

 Isa

Max Ritcher – Sun Light (5:43) http://youtu.be/NEq6fUYQHxM