HOY (2)

El día de hoy no nace al amanecer, sino que ya existía antes de la aurora. Ni tampoco muere al anochecer sino que se mantiene en la oscuridad de la noche.

Hoy es día y es noche. Luces y sombras.

El día es actividad y la noche también

El día de hoy puede pasar, o no, inadvertido. Y la noche de hoy siempre será un momento para estar con Dios.

Dice el salmo que durante el sueño, en esa falta de consciencia, Dios aprovecha para modelarnos  la conciencia.

En nuestras manos está el día de hoy, y en las de Dios, la noche.

Nuestro hoy puede estar pintado con los colores del amanecer y con el brillo de las estrellas del universo. El momento presente puede estar lleno de vida, de respiración  intensa, de  miradas amorosas, de  búsqueda de la belleza, de lo justo y de lo bueno, pero también tendrá  oscuridades, miedos, inseguridades, desesperanza o faltas de amor. Son la luz del día y la sombra de la noche.

Todo puede pasar y todo queda registrado. Hoy nuestros ojos algo ven, pero muy poco. Nuestro corazón algo siente, pero no todo. Mientras que nuestro espíritu permanece atento, todo lo archiva, de día y de noche, sin consultar. Recoge todos los sentimientos en su amplia gama de colores y formas, y los guarda en nuestra alma, algunas veces tan adentro, tan profundamente, que son difíciles de olvidar, y otras tan en la superficie que el viento pasa llevándoselos dejando un rastro ausente.  Todo en Dios tiene sentido.

Hoy es una novedad o una continuidad.

Hoy es un silencio por escuchar o unas palabras por pronunciar.

Hoy es  un vacío por llenar o un espacio para vaciar.

Hoy siempre será un momento para descubrir el amor.  

Isa

_____________________________________________________________

Concierto de Aranjuez con Paco de Lucía ( 11:14) 

HOY (1)

Danos hoy nuestro pan de cada día. Lucas 11, 3

En las manos tenemos un nuevo día. 

Hoy es la posibilidad, mientras que el ayer ya pasó, y del futuro no se sabe.

Hoy es el momento. Hoy  es la ocasión.

Hoy puede ser un día corriente, continuidad de ayer. Un día cotidiano.  Un hilo más en el tejido de la vida, una puntada que hilvana  el pasado con el futuro. Pero lo novedoso es el material que vamos a usar para vivirlo. Podemos hilar con oro, con plata, con algodón o con esparto, elegimos el material al igual que en la vida ponemos, o no, en juego nuestra persona. Arriesgar con lo mejor: el amor, la dulzura, la belleza, la alegría, la creatividad, el respeto, la justicia, la pasión… o abandonar con lo peor  más fácil y vulgar de lo nuestro: la envidia, la desidia, la hipocresía, la maldad, el aburrimiento, la dejadez…

Llenar el día es inevitable, aunque sea de vacío. Vivimos sin decidirlo, pero el contenido queda en las nuestras manos y en las alas de la  providencia.

 Hoy es una sorpresa.

 ¿De qué vive mi hoy? ¿Cómo desayuna mi día? ¿Quién me da la vida?

El espíritu inyecta vida y energía en la actividad, es un buen desayuno para empezar. Todo se transforma si ponemos hoy la mirada en el que todo lo puede, todo lo sabe, en el que todo es amor y sorpresa.

 Isa

Bill Evans: A time for love

Hoy puede ser un gran día.